Antes de llevar a cabo un encargo con un cliente, los abogados suelen redactar la denominada Hoja de encargo. En palabras, sencillas, se trata de dejar constancia por escrito de los términos y condiciones en que se va a llevar a cabo dicho encargo, para que ambas partes sepan qué pueden esperar del mismo, y cuáles son sus derechos y obligaciones. Aunque la Hoja de encargo pueda suponer un tiempo de redacción, lo cierto es que llevarla a cabo es muy importante y evitará posibles malentendidos entre el abogado y su cliente. Hay que tener en cuenta que el propio Código Deontológico de la Abogacía contempla este documento, como podemos ver en su artículo 13.1: ‘La relación del abogado con el cliente debe fundarse en la recíproca confianza. Dicha relación puede verse facilitada mediante la suscripción de la Hoja de Encargo.’

Existen diferentes modelos de Hojas de Encargo, en función del tipo de procedimiento que se vaya a llevar a cabo. Por ejemplo: procesos Penales, matrimoniales, hipotecarios, de ejecución de títulos, laborales, etc. Sin embargo, sea el procedimiento que sea, una Hoja de encargo debería contener al menos los siguientes aspectos básicos:

• Los datos del abogado que va a llevar a cabo el encargo: nombre, apellidos, domicilio profesional, NIF y número de colegiación. Como a veces los abogados trabajan en sociedades jurídicas (Despachos de abogados), si este fuera el caso se hará constar los datos de dicha sociedad.
• Los datos del cliente al cual se está representando: nombre, apellidos, dirección, teléfono…
• Objeto de la prestación de servicios.
• Honorarios, los cuales se fijarán teniendo en cuenta tanto las normas Deontológicas como los criterios establecidos por el Colegio de abogados. Aunque los abogados tienen libertad para fijar sus honorarios, los Colegios profesionales publican unos criterios orientativos que, en la práctica, deben ser tenidos en cuenta. La Hoja de Encargo también debe indicar que, si hay varias personas contratantes, los honorarios de pagarán de forma solidaria entre ellas. En este punto es importante tener en cuenta lo que establece la Ley de Enjuiciamiento Civil, en su artículo 35: ‘Los abogados podrán reclamar frente a la parte a la que defiendan el pago de los honorarios que hubieren devengado en el asunto, presentando minuta detallada y manifestando formalmente que esos honorarios les son debidos y no han sido satisfechos. (…) Si se impugnaran los honorarios por excesivos, se procederá previamente a su regulación conforme a lo previsto en los artículos 241 y siguientes, salvo que el abogado acredite la existencia de presupuesto previo en escrito aceptado por el impugnante, y se dictará decreto fijando la cantidad debida, bajo apercibimiento de apremio si no se pagase dentro de los cinco días siguientes a la notificación.’
• Honorarios de otros profesionales que trabajan de forma relacionada con el abogado, como pueden ser los procuradores, los notarios, etc. Pero tengamos en cuenta que estos honorarios son independientes del abogado y tienen su propia regulación.
• Forma de pago. Se indicará cuál será el método de pago en que se van a abonar los servicios: efectivo, transferencia u otros. De igual manera, también se indicará en qué plazos o momentos tendrán lugar dichos pagos, a menos que el cliente haga un único pago de todo el encargo. Por último, recomendamos incluir la provisión de fondos, es decir, el anticipo que se debe realizar por el servicio.
• Advertencia de que el cliente pueda ser condenado en costas, caso de que el procedimiento no prospere a su favor. Se indicará también que el abogado está sujeto a las normas sobre blanqueo de capitales.
• En caso de que se produzca un desistimiento o finalización anticipada del encargo, se indicarán las condiciones del mismo.
• Información y datos de la póliza profesional del abogado.
• En último lugar, se añadirá la Información relativa al tratamiento y uso de los datos de carácter personal, en base a la legislación sobre Protección de Datos.

Al incluir todos estos aspectos que hemos mencionado, todos los aspectos de la regulación contractual entre las partes quedarán debidamente explicados. El abogado podrá tener así la tranquilidad de haber actuado correctamente, evitando con ello una posible responsabilidad profesional. El cliente también gana en seguridad, pues sabe de antemano qué le espera y cuál es el alcance de las relaciones con el respectivo abogado.

Esperamos que esta información le haya sido de utilidad. En caso de duda, recuerde que siempre puede contactar con nosotros.